ASI SON ELLAS

Hacen llorar
al que las toma en serio.
Le quitan a uno la careta.
Cercenan las vías vitales
como puñal de obsidiana.
Ofenden, elevan
provocan, sacuden
iluminan, oscurecen
engañan, atinan.
Duelen como latigazo;
abren sendas
entre la maleza
del corazón humano.
Le hacen a uno la vida
imposible si se compromete.
Pueden hacer reír
y producen gozo
cuando se acercan mansas y ligeras.
Oprimen
si vienen cargadas de oscura sustancia.
Generan vorágines borrascosas;
edifican monumentos
que se quedan
en el tiempo.
Dicen grandes verdades
que fluyen a través de los siglos.
Causan muerte lenta
o muerte repentina
Infunden vida
o resucitan muertos en el acto.
Así son ellas.
Así son las palabras.
1990